Luego de su turbulenta estancia en Jocotenango,
Bartolomé López decide huir antes que verse muerto o encerrado en la cárcel.
Tras su paso por la capital, salda una importante cuenta pendiente del pasado y
continúa su fuga hasta internarse en un caserío remoto del Lago de Atitlán,
ahora convertido en un personaje estrafalario, en una especie de peregrino
sucio y desaliñado que se hace llamar Hermano Silvio. Como en los libros que lo
anteceden, los testimonios que conforman Zánganos siguen dando fe,
siempre con esa manera coloquial y autóctona, de la pintoresca naturaleza de
quienes tuvieron relación directa o indirecta con Bartolo y, a la vez, sirven
para cerrar la trilogía iniciada con El elegido y Chichicaste.
Primera edición: Alas de Barrilete, 2014
Diseño de portada: André Gribble
Prólogo: Juan Pablo Dardón
Diseño de portada: André Gribble
Prólogo: Juan Pablo Dardón
REACCIONES
“Tiene Romero una
narrativa muy visual y muy amena que ofrece ver sus historias, sus capítulos,
como escenas de cine delirante. Es una literatura que entretiene y que al mismo
tiempo desnuda una realidad que no ha cambiado en muchos años. Esta trilogía
podría haber sucedido hace 20 años y seguirá vigente dos décadas después de
publicada. Zánganos cierra con aplauso de pie. Cierra y abre muchas
llaves en el entramado de la historia. Las voces narrativas se intercalan en un
final delirante, en la literatura como salvación de un personaje nefasto, en la
narrativa como expiación de los pecados, del sentimiento de culpa con que
cargamos todos los que hemos nacido en esta tierra bendita y maldita por igual.” [JUAN PABLO DARDÓN]
“El segundo rasgo
distintivo de las dos novelas mencionadas es, sin duda, el uso del lenguaje, no
solo de este estrato de clase socioeconómico específico, sino quizás utilizado
y/o hablado y comprendido por la mayoría de jóvenes en el país. Una jerga
(“argot”), caliche (“calibre”) o slang guatemalteco propio de fines del siglo
XX y comienzos de siglo XXI, cuyo manejo de Romero es magistral, manteniendo al
lector prendido con los relatos de cada personaje que toma la palabra, sea
hombre o mujer. Y este es otro de los rasgos de las novelas comentadas. Los
personajes dan su versión de los hechos que suceden, desde su perspectiva, desde
su testimonio, desde las partes involucradas, lo que permite que el lector sea
una especie de juez, que escucha y que lee a todas las voces que tienen algo
qué decir sobre los sucesos y/o eventos que acontecen. Se nota que el joven
novelista guatemalteco tiene oficio y que sus lectores, ávidos, esperamos
nuevas obras.” [EDUARDO VELÁSQUEZ CARRERA]
“Para un lector
guatemalteco, el tono grosero de este lenguaje callejero podrá sonar muy
cercano y familiar, por lo que de primera leída podría restarle mérito e
incluso menospreciarla como un mero ejercicio de vulgaridad o el aspaviento de
un provocador que busca ofender y escandalizar. Sin embargo, para un lector
extranjero, el lenguaje utilizado, muy guatemalteco, no solo sonará exótico
sino que hasta podría servirle para un estudio lingüístico, una especie de
tradición oral transcrita, el lenguaje de un estrato social por el que nadie da
un centavo: gente que vive y sufre sus desventuras en el anonimato.” [BYRON
QUIÑÓNEZ]
“Aunque el final de Zánganos fue inesperado, para mí, cerró con broche de oro la Trilogía Bartoliana. La historia de Bartolomé López está tan bien armada, como un árbol, sus personajes parecen moverse como ramas que van a todos lados pero siguen unidas al tronco. Y aunque no sé mucho de literatura en sí, me parece una muy buena construcción.” [SILVIA RODRÍGUEZ]
"Para mi un buen libro es ese que además de entreterme, me sacude, me golpea, me identifica. “El elegido” fue ese tipo de libros, historias que te dejan llena de asombro, de asco pero con mucha curiosidad y quieres más. Después de leerlo además de un buen par de copas de vino quieres bañarte, limpiarte y pensar que esos mundos sólo pululan en la mente neurótica de un escritor. Luego sigues analizando y tristemente llegas a la conclusión y aceptación de que ese mundo crudo, sucio y voraz existe en los barrios olvidados de Guatemala, de México, de Perú, EUA y en todo el mundo. La última entrega “Zánganos” no me defraudó, no quiero contar muchos detalles sólo puedo decir que Tolo y sus compinches existen, sí abrimos los ojos, los vamos a ver en cada esquina vomitando sus desgracias. El final de “Zánganos” es alucinante, inesperado. Creo que esa es la palabra ideal para definir esta obra de Romero, lo inesperado es el hilo narrativo que mantiene y sostiene la historia de Tolo. Y yo como Tolo procesé “El elegido”, “Chichicaste” y “Zánganos” con un buen tinto californiano. ¡Felicitaciones Rafael, yo celebro y gozo tus letras!" [MISLA BARCO]
ENLACES
PRENSA LIBRE, Guatemala, Abril 23, 2014, Entrevista con Ángel Elías
SOY502, Guatemala, Abril 25, 2014, Entrevista con Selene Mejía
PUBLINEWS, Guatemala, Abril 25, 2014, Entrevista con Luis Molina
NOTICIERO GUATEVISIÓN, Guatemala, Abril 24, 2014 (vídeo)
EL PERIÓDICO, Guatemala, Abril 29, 2014, Columna de Eduardo Velásquez Carrera
SIGLO21, Magacín, Guatemala, Mayo 4, 2014, Reseña por Byron Quiñónez
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